Pagadles más!

Hay una versión en catalán de este artículo en la web de La Realitat.

Se acerca la temporada turística y, desde los sectores productivos vinculados a esta actividad, comienzan a ver las orejas al lobo en relación a la falta de trabajadores. Sin ir más lejos, en el reciente encuentro entre empresarios del turismo organizado por el Grupo HOTUSA, representantes del Banco de España se descolgaron con algunas declaraciones donde señalaban la necesidad de «mejorar las políticas activas para aliviar la falta de trabajadores» en el sector. Esto es así porque, desde hace unos años, en concreto, desde la salida de los momentos más duros de la pandemia de COVID19, muchos de los trabajadores que, con anterioridad, se ocupaban en el turismo, no han vuelto a aceptar condiciones de trabajo similares. La cierta reestructuración del sector durante los momentos más duros del confinamiento y las medidas sociales puestas en marcha por el Gobierno central bajo el Estado de Alarma (EA) han desplazado la demanda de empleo hacia otros sectores productivos.

Sin embargo, ésta no es una cuestión únicamente vinculada al turismo, ocurre en todos aquellos sectores donde precariedad y desprotección van de la mano, por ejemplo, la construcción. Así, lo que el encuentro de HOTUSA señaló, aunque de forma tácita no directa es que, desde el Gobierno, ya sea mediante políticas de zanahoria, ya sea mediante política de palos, se ‘fuerce’ a los trabajadores a aceptar los trabajos precarios y mal pagados típicos del turismo. Y por eso utilizan el eufemismo de “políticas activas coordinadas con el sistema de prestaciones y subsidios de desempleo”, pero en realidad lo que quieren decir es que debe articularse el acondicionamiento de las prestaciones laborales con la aceptación de las trabajos ofrecidos, hacer posible la combinación de trabajo/prestación, etc., para poder seguir manteniendo los bajos salarios y el nivel de beneficios. Cabe recordar que si la tipología de contratos ha cambiado en el sector, no ha sido porque, de repente, se hayan vuelto convencidos socialdemócratas, sino porque se han visto obligados por la legislación recientemente aprobada. De ser así, que internalicen actividades como las camareras de piso, aquéllas que han pasado a empresas de servicios con salarios más bajos.

Además, la presión en el gobierno va acompañada de una dinámica ideológica de estigmatización bajo la etiqueta de ‘turismofobia’ a aquellos movimientos y colectivos que denuncian las dinámicas de turistificación, ya que son plenamente conscientes de que sólo mediante una combinación de infraestructura, salarios bajos, y superestructura, ideología turística, es posible que el sector obtenga beneficios.

La solución es fácil: si verdaderamente se quiere aliviar la falta de trabajadores en el turismo, basta con pagarles más, implementar políticas de conciliación y permitir la actividad sindical.

Esta entrada fue publicada en Economía, turismo y etiquetada , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario