El parque se ha convertido en un «teatro», un auténtico elemento escénico. Así lo ven las productoras de audiovisuales de Barcelona que lo usan en sus tomas de exteriores.
Plaça de la Sardana, inmenso espacio situado en el centro del parque.
Los bancos como tales no existen. Son sillas individuales, cada una de las cuales de un coste de 1.000 euros. El día de la inauguración causaron un accidente.