El viraje de El País hacía la derecha y el mal periodismo

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Hace algunas semanas, cuando el anterior director de El País, Javier Moreno, fue sustituido por Antonio Caño, hasta ese momento corresponsal en Washington, algunos medios de comunicación publicaron que con esta sustitución se producía un viraje en el periódico hacía la derecha. La explicación dada para este cambio por el Consejo de Administración de la empresa matriz (el Grupo PRISA) fue la cada vez más baja venta de diarios. Yo no dudo que sea así, pero quizás ambas cuestiones, cambio ideológico y problemas económicos, hayan ido de la mano.

Aunque en El País esta reorientación ha llamado más la atención, conociendo su trayectoria, no ha sido el único diario que ha emprendido, o acentuado, este camino. Podríamos hablar incluso de la renovación coordinada que se ha producido en la dirección de la mayoría de las grandes cabeceras españolas en los últimos tiempos, la más conocida y sonada la de Pedro J. Ramírez al frente de El Mundo, pero también la de ABC. El Mundo llevaba ya unos meses haciéndole una fuerte oposición mediática al Gobierno del PP y El País nunca se ha caracterizado precisamente por llevarse bien con la derecha de este país, pero hay algo más que une a ambos medios: Su dependencia de los ingresos por publicidad institucional que ofrece el Estado y más ante la importante caída de ventas y la crisis general. Visto así, la hipótesis de que los Consejos de Administración de estos periódicos se han quitado de en medio direcciones incomodas, se vuelve plausible. Es más, portadas como esta, impensables hace poco tiempo, confirmarían el acercamiento de El País a las políticas impulsadas por el PP.

A esto hay que añadirle el verdadero desguace que se está produciendo en PRISA. Justo ha salido a la luz la noticia de que este Grupo vende Santillana de Ediciones Generales, S.L., empresa que incluye, entre otras Alfaguara, Taurus o Suma de Letras. Y todo por 72 millones de euros. Por si no lo sabéis, la propiedad del Grupo PRISA se halla en manos de la banca desde hace tiempo (especialmente Santander, Caixabank y HSBC) y varios fondos de inversión de Wall Street encabezados por Liberty Acquisition Holding. Ya sabéis, la banca, esa gran amiga de la izquierda.

El otro tema es el del mal periodismo. Porque tú, como lector, puedes leer un periódico de ideología distinta a la tuya, pero continuar porque el artículo es bueno y/o el periodista escribe bien. Pero si no coinciden las dos cosas, es más complicado. Y pondré un ejemplo para ello. Precisamente hoy ha aparecido un artículo en El País que tiene por título “Una superpotencia (con el PIB de Italia)”. La superpotencia en cuestión es Rusia y todo viene a cuento de las maniobras geoestratégicas que se están produciendo en torno a Ucrania y Crimea. El artículo, firmado por Andrea Rizzi, dice cosas como esta:

El PIB de Rusia (dos billones de dólares) es, en la actualidad, del mismo tamaño que el de Italia, un país económicamente estancado desde hace lustros, políticamente paralizado y sustancialmente irrelevante a escala global. Las titánicas ambiciones del Kremlin viven en un cuerpo económico relativamente menudo: una cuarta parte del PIB chino; una octava del estadounidense.

Yo no soy periodista, ni lo pretendiera, pero debe ser en uno de los primeros cursos de periodismo donde se aprende a, por un lado, eliminar la información sobrante en un artículo, y por otro, a no tergiversar. Porque ya me dirán ustedes qué pinta en dicho párrafo toda la información de Italia que no es concerniente a alguna magnitud macroeconómica. Se trata, más bien, de un intento de sumar a las características políticas propias de Rusia, las de Italia, siempre perversas. Y todo porque al periodista le da la gana. Sin más. Y claro, tú al leer esto dices: ¿De qué vas Andrea? o, ¿De qué va El País? Y pasas a otra cosa.

Resumiendo, no sé por qué, pero a mí me da que este viraje ideológico que está realizando El País está, además, muy relacionado con el mal periodismo. ¿O no?